Aprendices en un Estudio. ¡Hay que ganárselo!
septiembre 9, 2024La Cruda Realidad de Ser Aprendiz de Tatuador: ¿Por qué los Estudios de Tatuajes No Te Aceptan?
Si eres un aspirante a tatuador y te preguntas por qué ningún estudio te acepta como aprendiz, es hora de enfrentarte a la cruda realidad: ¡NADA ES GRATIS!. Muchos sueñan con aprender el arte del tatuaje en un entorno profesional, pero pocos comprenden las responsabilidades y costes que esto conlleva para el estudio. Aceptar a un aprendiz no es un simple acto de buena voluntad; es una inversión costosa que muchos estudios no están dispuestos a asumir sin recibir algo a cambio.
Alta en la Seguridad Social: Obligación Legal con Costes Reales
Según el Artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores, los contratos de formación y aprendizaje en España requieren que el aprendiz esté dado de alta en la Seguridad Social. Esto no es opcional, es obligatorio. ¿Y qué significa esto para el estudio? Significa dinero. La base mínima de cotización para estos contratos específicos es de unos 30,42 € diarios, lo que equivale a aproximadamente 912,60 € al mes.
El tipo de cotización total es del 30,60%, lo que genera un coste mensual para el empresario de alrededor de 279 €, sin bonificaciones. Aunque existen reducciones y bonificaciones que pueden disminuir este coste, no siempre aplican, y cuando lo hacen, no eliminan otras cargas económicas.
Seguro de Responsabilidad Civil: Un Coste Inevitable
Cualquier estudio serio debe tener un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier incidente que pueda ocurrir durante las prácticas del aprendiz. Si permites que alguien sin experiencia maneje una aguja, necesitas estar preparado para cualquier eventualidad. Este seguro, que puede costar entre 200 € y 500 € anuales, es un gasto adicional que el estudio debe cubrir.
Tiempo y Recursos: El Verdadero Costo del Aprendizaje
Además de los costes legales y de seguros, está el coste menos tangible pero igualmente importante: el tiempo. Mientras un tatuador experimentado está enseñando a un aprendiz, está dejando de trabajar en sus propios proyectos. En términos económicos, esto se traduce en una pérdida directa de ingresos para el estudio. Cada hora invertida en formación es una hora que no se dedica a generar ingresos.
La Ley y la Realidad: No Todo es Tan Fácil Como Parece
Muchos aprendices creen que los estudios de tatuajes les deben una oportunidad, pero la realidad es que aceptar a un aprendiz implica un riesgo y un coste significativos. La ley exige que se cumplan ciertos requisitos, y estos no son baratos. A menos que estés dispuesto a ofrecer algo a cambio —ya sea en forma de trabajo, compromiso o incluso en algunos casos, una compensación económica—, no esperes que un estudio te acepte con los brazos abiertos.
En resumen: El aprendizaje tiene un precio y la ley lo respalda. Antes de quejarte, pregúntate: ¿Estás dispuesto a pagar el precio?