Los Divertidos Tatuajes del Verano
diciembre 17, 2014
Es totalmente diferente tatuar en un estudio dentro de una zona de playa que en un estudio alejado de ella.
Lo sé porque he estado en ambos estudios trabajando a la vez. Soy Juan Cortina, propietario de Son Ferrer Tattoo, un estudio en Son Ferrer (Calviá, Mallorca), un pueblecito de interior a unos 4km de una de las playas más turísticas de Mallorca, Magaluf.
Solo en la playa de Magaluf hay alrededor de 20 estudios de tatuaje, con lo cual, la competencia en temporada turística se dispara.
El cliente que tenemos en verano es mayoritariamente turista inglés. El perfil de este cliente suele ser de un chico/a joven de entre 16 y 25 años. Normalmente son gente simpática, amable y muy divertida, pero evidentemente son jóvenes y han venido a divertirse y en ocasiones se les va la mano con la bebida y pueden darse situaciones incómodas.
A estos clientes de verano, les gusta tatuarse y, bajo mi experiencia, a los jóvenes ingleses les encanta la tinta. Prácticamente les da igual, qué y dónde tatuarse, sólo quieren tinta y en la mayoría de las ocasiones utilizan la tinta como suvenir del viaje y su paso por Mallorca. De ahí que muchas veces se tatúan el nombre de la playa donde se alojan y el año, simplemente.
Otra de las cosas más comunes que ocurren en estos estudios de zona turística son los tatuajes en grupo. Llegan de 3 a incluso 12 personas que quieren el mismo tatuaje para recordar el momento vivido por el grupo. Suele ser un tatuaje pequeñito, algo simbólico que identifique el viaje y el momento. Pequeñas gafas de sol, el nombre del hotel, el logo del grupo con el año, un barquito de papel, un sol con una palmera y muchos diseños más son los preferidos para estas ocasiones de grupo.
Llama mucho la atención en que estos clientes tiran mucho de catálogo. Sin un catálogo van como perdidos. En mi opinión prefieren ver un diseño dibujado en un catálogo y poder elegir entre los miles de diseños que tener una idea y que el tatuador desarrolle algo exclusivo a partir de ahí. Es como si tuviesen prisa y no hubiese tiempo para los diseños y exclusividades. Luego es muy divertido ver paseando por la playa a estos jóvenes con el típico diseño de catálogo y ver en un rato 5 o 6 tatuajes iguales sin ser miembros del mismo grupo. Pero son felices y es respetable su decisión, por supuesto.
Una vez pasada la tarde el sol va desapareciendo y todo va cambiando progresivamente. La diversión aumenta y los jóvenes turistas, buscando diversión, beben alcohol en cantidades alarmantes. Es entonces cuando hay más posibilidades de que se puedan ver situaciones más tensas e incómodas.
Es aquí cuando la psicología de los tatuadores tiene que entrar de pleno para sofocar estas situaciones de tensión.
Que entre en el estudio un grupito de chavales con un nivel etílico elevado y que te pidan que los tatúes es muy incómodo, porque éticamente no se debe tatuar a una persona con esos niveles de alcohol en sangre. El alcohol es un vasodilatador y, al tatuar, el nivel de sangrado aumenta considerablemente, con lo que te encuentras con una batalla entre, tú intentando meter tinta, y la sangre sacando la tinta. No es nada recomendable hacer esto y en todo caso, siempre hay que evitarlo, en la medida de lo posible. El cliente insiste en que sí, que lo tienes que tatuar y la tensión entre el tatuador el grupo aumenta. Normalmente, usando palabras amables y siendo simpático no tiene porque haber ninguna violencia, incluso normalmente el cliente lo entiende y termina comprendiendo. Lo divertido de todo esto es que al cabo de 40 minutos lo ves pasar con el tatuaje que quería y más bebido todavía. Es lo que tiene el tener 20 estudios alrededor.
También, durante la noche, hay ocasiones en las que el cliente pide un tatuaje y tu accedes porque no parece estar bebido, o no tanto como para que se le note. En principio no se le nota ningún síntoma pero, es cuando te dice el sitio donde quiere el tatuaje, cuando piensas que el cliente se lo está pasando bien…
Penes y culos en los chicos son elecciones muy comunes a altas horas de la noche y pechos y culos elecciones para ellas. Siempre que sean mayores de edad y no muestren síntomas de embriaguez yo he accedido a hacerlos y, aunque un poco incómodo al principio, siempre es muy divertido.
La experiencia de tatuar en estos lugares siempre es positiva, te llevas muy buenos recuerdos, buenos amigos y buenos clientes (algunos turistas todavía hoy me visitan en mi estudio retirado de la playa cada verano que vienen a Mallorca, en SON FERRER TATTOO).
Autor del artículo: Juan Cortina
Tatuador en el Estudio: Son Ferrer Tattoo, Calviá (Mallorca)
Algunos ejemplos de tatuajes de verano:
Comentario de Tatuajes Online: remarcar que los tatuajes expuestos son para resaltar el contenido del artículo. Bajo ningún concepto los hemos insertado como muestra de la calidad del artista.
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